La lectura implica una participación de la mente y contribuye al desarrollo de la imaginación. No es solo la identificación de letras, palabras, sino de su significado.
Jorge Luis Borges decía a sus estudiantes: "lo más importante es leer, entrar en contacto directo con la literatura, sumergirse en el texto vivo que tenemos delante, más que fijarse en las ideas y en los comentarios críticos" . ( Cf. J. L. Borges, Borges, Oral, Emecé, Buenos Aires 1979, 22).
"...El hábito de la lectura produce efectos muy positivos en la vida de la persona; la ayuda a adquirir un vocabulario más amplio y, por consiguiente, a desarrollar diversos aspectos de su inteligencia. También estimula la imaginación y la creatividad. Al mismo tiempo, esto permite aprender a expresar los propios relatos de una manera más rica. Además, mejora la capacidad de concentración, reduce los niveles de deterioro cognitivo, calma el estrés y la ansiedad". (Carta del Santo Padre Francisco sobre el papel de la literatura en la formación, artículo 16, 17 de julio de 2024)
Prácticas de lectura rápida:
1. Busca un lugar tranquilo.
2. Siéntate correctamente.
3. Elimina las distracciones.
4. Lee por periodos cortos.
5. No muevas la cabeza solo mueve los ojos (vista).